
¿Sabes realmente quién es tu cliente ideal? ¿Qué necesita, qué valora, cuánto está dispuesta a pagar y qué hace que elija o no tu producto?
Hacer un estudio de mercado te da claridad para tomar decisiones con seguridad: desde cómo ponerle precio a tus productos, hasta cómo comunicarte y en qué canales promocionarte. Pero no necesitas ser experta ni tener un gran presupuesto para hacerlo.
Aquí te enseñamos cómo hacer un estudio de mercado práctico, accesible y adaptado a ti como emprendedora latina.
1. Define tu objetivo
Antes de salir a preguntar, necesitas saber para qué quieres la información.
Algunas preguntas clave pueden ser:
- ¿Existe demanda para mi producto o servicio?
- ¿Qué problema o necesidad tiene mi cliente que yo puedo resolver?
- ¿Qué están haciendo otros negocios similares y cómo puedo diferenciarme?
- ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar mi cliente?
2. Conoce a tu cliente ideal
Piensa en esa persona que más se beneficiaría de lo que tú ofreces. Puedes escribir su perfil respondiendo:
- Edad, género, ubicación
- Profesión o situación laboral
- Ingresos aproximados
- Estilo de vida, valores, hábitos de compra
- ¿Qué le frustra? ¿Qué le emociona?
- ¿Dónde pasa su tiempo (redes, tiendas, actividades)?
Mientras más específico sea tu perfil, más fácil será comunicarte y conectar con él o ella.
3. Haz entrevistas o encuestas simples
No necesitas cientos de respuestas para obtener claridad. Puedes empezar con 10-20 personas que se parezcan a tu cliente ideal.
Algunas preguntas útiles:
- ¿Qué haces cuando necesitas [producto o servicio como el tuyo]?
- ¿Qué te gusta o te frustra de las opciones actuales?
- ¿Dónde los compras y por qué eliges ese lugar?
- ¿Cuánto estarías dispuesta a pagar?
- ¿Qué valoras más: calidad, rapidez, atención, precio?
Puedes hacer estas preguntas en persona, por teléfono, por WhatsApp o con formularios gratuitos como Google Forms.
4. Observa a tu competencia
Busca a negocios que ofrecen lo mismo o algo similar a ti. Analiza:
- ¿Cómo presentan su producto?
- ¿Qué precios manejan?
- ¿Qué tipo de cliente les comenta o compra?
- ¿Qué hacen bien y qué podrías mejorar tú?
No es para copiar, sino para identificar oportunidades y diferenciarte.
5. Analiza lo que encontraste
Revisa todas tus respuestas y observa patrones. Pregúntate:
- ¿Qué problemas aparecen más seguido?
- ¿Qué valoran más los posibles clientes?
- ¿Qué están dejando de atender mis competidores?
- ¿Qué cosas podrías adaptar en tu negocio para conectar mejor?
Haz un resumen claro de tus hallazgos y úsalo como guía para mejorar o lanzar tu producto con más seguridad.
6. Pon en práctica lo aprendido
El estudio de mercado no es solo para tenerlo guardado. Úsalo para:
- Redefinir a tu cliente ideal
- Ajustar tus precios o empaques
- Crear mejores mensajes en redes sociales
- Elegir los canales correctos de venta o publicidad
En resumen…
Un buen estudio de mercado no tiene que ser complicado. Se trata de escuchar con intención, observar con estrategia y actuar con visión.
Conocer a tu mercado es conocerte a ti misma como emprendedora: saber dónde estás, hacia dónde vas y con quién quieres caminar.